Nos atrevemos a decir que muy poco. Esto no quiere decir que sean mejores ni peores, pero sí diferentes. Tipos de uva distintas (Pinot Noir, Cabernet Franc), terruños diferentes (condicionados por las temperaturas, viento, pluviosidad, el tipo de suelo), el incremento paulatino de elaboración de vinos biodinámicos,…
Percibimos sensaciones diferentes, ni qué decir de los aromas y ¿en boca? También distintos. Descubrir aromas y sabores en los vinos es fascinante: aceituna negra, caramelo, toffe, crema catalana!
Es maravillo cómo un producto varía tanto en función de la zona. Es como si decimos un Rioja y un Ribera o un Albariño con un verdejo, cava o champagne, pues tampoco se parecen.
Vinos de Burdeos como châteaux Haut-Brion, Lafite Rothschild, Latour, Margaux y Mouton Rothschild, así como Petrus (el vino más caro del mundo!), Ausone y Cheval Blanc en la orilla derecha de la Gironda, en Pomerol y Saint Emilion, de Borgoña como Romanée-Conti, del Ródano como Châteauneuf du Pape, Loira, Languedoc, Alsacia, Chablis,
¿se atreven?
Por Evento de Vino.
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